miércoles, 16 de marzo de 2011

Confusiones

A veces me siento confundido, no por saber si soy o no gay, eso lo tengo claro. Mi confusión parte del decirlo, o no decirlo, del compartirlo o no, sentir o no sentir. Ser homosexual no es complicado cuando aceptas que te gustan los hombres y punto, pero tampoco es tan simple para ciertas personas como yo con ciertos temas acerca de ello. 

Aunque no lo parezca muchos padecemos las ganas de decirlo solo para desahogarnos y ya, pero nos tapamos la boca para no embarrarnos, ni embarrar a todos los que están a nuestro alrededor. 

¿Qué gano contándole a la sociedad que soy gay? Según mi propio análisis por cada grupo social pienso lo que podría suceder:

1) La familia:  Tus viejos creen que eres un hombre ( o mujer) hecho y derecho, a pesar que en verdad ellos nos deben querer como somos, no es así, quieren lo mejor y no entienden que ser gay no es malo. Entonces, ¿por qué c*ño decirlo?, callado me veo mejor. Sé por los comentarios que se hacen acerca del tema que solo causaría un dolor decirles que en la cama prefiero a un hombre que a una mujer, ¿qué gano? Romperles el corazón y que ellos me rompan la cabeza a patadas por ser un poco distinto, igual prefiero evitar saber cómo reaccionaran, independientemente de la edad, condición social, y ubicación geográfica, no le veo la necesidad de decirles algo que no entenderán. ¿Para qué?

 2) Los amigos: Nuestros amigos, que son como nuestra segunda familia, no siempre resultan serlo pues descubrimos si realmente lo son o si se asquean de nuestro estilo de vida ante tal noticia, con una reacción inesperada o tal vez su ausencia y falta de cercanía con el tiempo los delataría, ya que tienen  ideas y juicios errados, que no  caen en el perfil de uno, porque no necesariamente me voy a vestir de mujer, ser una dulce  flor del campo, o la diva ultra pop escandalosa (que para mi no es algo malo, inferior, o etc.,  pero no es mi estilo y de muchos que no entramos en ése rol) pero a veces cuesta que lo acepten y preferimos callar a perderlos.

3) Laboralmente: Es de conocimiento mundial que para muchas personas ser gay es un eslabón inferior de burla, hasta un bufón tendría mejor imagen que nosotros, y pensar que una empresa tienes empleados abiertamente homosexuales, en puestos que son para hombres dignos, decentes, viriles, "machos", podría despertar pensamientos escandalosos, de reticencia y desconfianza en clientes, proveedores, consumidores, etc. No es rentable decir SOY GAY en el trabajo, aparte tendrías que contar a todo la plana trabajadora, uno por uno, que no eres como la idea del típico homosexual que ellos piensan, la cual es todo lo negativo y que no les gusta.

Pero en la realidad de las empresas uno siempre sabe lo más sucio del otro, del compañero que te cae o no, secretamente todo el mundo sabe quien es gay o no, quien sale con quien, quien se acostó con quien, pero hasta que no haya pruebas que demuestren tal afirmación todos son inocentes, o aún así las hayan, prefieren hacerse los desentendidos, porque no conviene la confrontación y así el chisme es más rico. Es mejor llevarse algunos secretos y dejarlos en el closet.

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